lunes, 9 de enero de 2012

SE PUEDE MODIFICAR EL ADN USANDO FRECUENCIAS.


Hoy en Esto no cuadra tenemos un post dedicado a nuestros nuevos lectores biólogos, en especial a uno que se ha ofrecido a realizar unos pequeños experimentos en colaboración con nuestro blog. Por supuesto que este artículo está también dedicado a todos aquellos que nos leen desde el principio y que saben que tienen todo nuestro agradecimiento.

Vamos a tratar el tema del ADN, como muchos ya sabréis el ADN es es el ácido desoxirribonucleico responsable de contener toda la información genética de un individuo o ser vivo, información que es única e irrepetible en cada ser ya que la combinación de elementos se construye de manera única. Este ácido contiene, además, los datos genéticos que serán hereditarios de generación en generación.

Pues bien según Grazyna Fosar y Franz Bludorf dos científicos rusos, sería posible modificar el ADN usando frecuencias. Han basado su teoría en el estudio de la estructura del ADN, estudiando el 90% que normalmente es considerado como poco útil, ya que solo el 10% del ADN se dedica a la creación de proteínas.

Segun sus investigaciones, nuestro ADN no es sólo responsable de la construcción de nuestro cuerpo sino que también sirve como almacenaje de información y comunicación. Los lingüistas rusos descubrieron que el código genético, del aparentemente 90% inservible, sigue las mismas reglas que todos los idiomas humanos. Para este fin compararon las reglas de la sintaxis (la forma en que las palabras son puestas juntas para formar una frase y oraciones), la semántica (el estudio del significado en las formas de la lengua) y las reglas básicas de gramática.
Hallaron que los alcalinos de nuestro ADN siguen la gramática regular y han establecido reglas como nuestras lenguas. Así que las lenguas no aparecieron por coincidencia sino que son un reflejo de nuestro ADN inherente. El biofísico ruso y biólogo molecular Pjotr Garjajev y sus colegas también exploraron la conducta vibracional del ADN.

Esto significa que los biólogos se las arreglaban, por ejemplo para modular ciertos patrones de frecuencia hacia un rayo láser y con él influenciaban la frecuencia del ADN y así la información genética misma. Ya que la estructura básica de los pares alcalinos del ADN y los del idioma, como explicamos previamente, son de la misma estructura. Es decir llegaron a la conclusión de que las frecuencias si son las correctas pueden modificar la estructura del ADN. Así que de alguna forma las palabras pueden influir en nuestro ADN.

Nos presentan el ADN como un bioordenador capaz de recoger y transmitir información de su entorno a través de ondas a partir de las cuales pueden modificarse los patrones de comportamiento de las células. Según Gariaev y sus colaboradores enThe DNA-wave Biocomputer los experimentos llevados a cabo en Moscú en el Institute of Control Sciences, en Wave Genetics Inc., así como otros trabajos teóricos les han llevado a las siguientes conclusiones:

1º.-La evolución ha creado en los biosistemas -organismos vivos- “textos genéticos” articulados de acuerdo a patrones semejantes al conjunto de normas y reglas subyacentes en todas las lenguas humanas en los que los nucleótidos del ADN, dotados de frecuencias cargadas de información, juegan el papel de caracteres. Y a partir de esos “textos genéticos” se van conformando los distintos procesos orgánicos, Siendo pues el ser humano, en definitiva, un “bello discurso” de la Naturaleza.

2º.-El aparato cromosómico actúa como antena de recepción y transmisión de “textos genéticos”, los descifra, los codifica y los reenvía.

3º.-Y aun más, los cromosomas de los organismos multicelulares constituyen. en forma replegada. una puerta holográfica (capaz de reproducir la imagen de todo el organismo en cada una de su partes) abierta al espacio y al tiempo.

Pero pasemos a la parte práctica ¿Qué se ha conseguido hasta el momento mediante estos métodos?

El equipo de Gariaev realizó experimentos modulando ciertos patrones de frecuencia y consiguió reparar cromosomas dañados por rayos X. Tal y como explican Grazyna Fosar y Franz Bludorf en su libro Vernetzte Intelligenz -en el que se ocupan ampliamente de las investigaciones de Gariaev- llegaron incluso a capturar patrones de información de un ADN y lo implantaron en otro reprogramando así las células de éste De esa manera consiguieron transformar embriones de rana en embriones de salamandra. Insistimos: simplemente transmitiéndoles nuevos patrones de información del ADN. Un proceso que se realizó sin los efectos colaterales derivados de la manipulación directa de los genes.
Pues bien, los investigadores rusos están convencidos de que armonizando los sonidos que emitimos -es decir, palabras- en una determinada frecuencia se puede llegar a influir en el ADN. De esta forma se podría explicar los sensacionales descubrimientos del investigador japonés Masaru Emoto quien ha demostrado -a través de experimentos repetibles y acompañados de gran cantidad de imágenes gráficas- cómo las palabras y la música son capaces de alterar la estructura molecular del agua.

Si bien todo lo que hemos planteado hasta ahora es increíble, aún existen otros descubrimientos que nos sitúan al borde mismo de la Imaginación -con mayúsculas- porque nos hablan de una comunicación a nivel cuántico de nuestro ADN que rompería las barreras del espacio y del tiempo lo que confirmaría la visión holística de un ser humano interrelacionado con todo y con todos.

Los científicos rusos descubrieron con sus experimentos que la oscilación vibratoria de nuestro ADN puede causar patrones de perturbación en el vacío produciendo así agujeros de gusano magnetizados, equivalentes microscópicos de las perturbaciones Eisntein-Rosen formadas en las inmediaciones de los agujeros negros. Y recordemos que los agujeros de gusano son considerados por la Física teórica como túneles que conectan áreas completamente diferentes del universo a través de los cuales se puede transmitir información fuera del espacio y del tiempo. Pues bien, a través de los agujeros de gusano microscópicos el ADN podría atraer información de más allá del vacío e incorporarla a nuestra conciencia. En la Naturaleza, la hipercomunicación se ha venido produciendo con éxito durante millones de años. El comportamiento social de los insectos podría servirnos de prueba, como bien recuerdan los ya mencionados Grazyna Fosar y Franz Bludorf. Cuando una hormiga reina es separada “espacialmente” de su colonia la construcción continúa de acuerdo a lo planeado. Sin embargo, si se mata a la reina se detiene todo el trabajo en la colonia. Ninguna hormiga sabe qué hacer. Aparentemente la reina es la portadora de los “planes de construcción” y los envía incluso desde muy lejos por medio de la “conciencia grupal” de sus súbditos. Ella puede estar tan lejos como quiera… mientras siga con vida.

Como siempre desde ESTO NO CUADRA seguiremos atentamente la evolución de estas investigaciones y mantendremos informados a nuestros lectores. Después de un artículo como este que nos enseña tantas cosas nos viene a la mente la famosa frase de Sócrates: "Sólo sé que no sé nada" y es que el ser humano está todavía en pañales en muchas áreas sobretodo en las que tienen que ver con conocernos a nosotros mismos. Y es que la ciencia se acerca cada vez más a la magia, porque recordad que hace cientos de años los magos "transformaban" las cosas pronunciando unas "palabras mágicas" y ahora los científicos nos enseñan como las frecuencias en este caso sonoras pueden modificarnos a nosotros mismos...